El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), a través de su coordinadora general, Alejandra Méndez Girón, ha revelado que el año 2023 quedará marcado en los libros de registro como un período de condiciones climáticas extremas. Este año se destacó por ser el más seco y caluroso en los últimos 80 años, según los datos recopilados desde 1941.
En cuanto a la precipitación, se informó que el promedio anual se situó en 747.6 milímetros, pero en 2023 apenas se alcanzaron los 589.9 milímetros, consolidándose como el año más seco en ocho décadas. Esta escasez de lluvias ha contribuido significativamente al estado de sequía que afecta al 76% del territorio nacional, según el Monitor de Sequía de México publicado por la Conagua.
Las regiones noroeste, noreste y centro del país son las más afectadas, con un 20% del país en condiciones de sequía extrema y excepcional, que se suma a la adevertencia hecha también por la UAM respecto a la crisis del agua en la Ciudad de México.
En términos de temperatura, el año pasado registró un récord histórico con una temperatura media nacional de 22.7 grados centígrados, superando en 1.3 grados la media climatológica de 21.4 grados. Esta anomalía no solo representa el año más cálido registrado en México en las últimas ocho décadas, sino que también coincide con un aumento global de las temperaturas a nivel mundial durante el mismo período.
La situación se ha exacerbado aún más a principios de este año, con temperaturas extremadamente altas en varias regiones del país. Del 1 al 7 de enero, se reportaron temperaturas máximas iguales o superiores a 30 grados en el Pacífico norte y sur, así como en occidente y la Península de Yucatán, alcanzando los 40 grados en lugares como Coquimatlán (Colima), Santa Ana Tavela (Oaxaca) y San Marcos (Guerrero).
En contraste, también se han observado mínimos históricos en las temperaturas. En enero de 2024, Temósachic, Chihuahua experimentó una temperatura mínima de -14.4 grados centígrados, el valor más bajo registrado para un mes de enero en los últimos 80 años, comparado con los -2.5 grados del año anterior.
Estos extremos climáticos pueden atribuirse a una combinación de factores, incluyendo el cambio climático, patrones climáticos naturales y actividades humanas. La deforestación, la urbanización descontrolada y la emisión de gases de efecto invernadero son algunos de los factores que contribuyen al calentamiento global y, en consecuencia, a fenómenos climáticos más extremos.
Los efectos de estos extremos climáticos pueden ser devastadores, incluyendo sequías prolongadas, escasez de agua, pérdida de cultivos, incendios forestales y desplazamiento de comunidades. Es fundamental tomar medidas urgentes para abordar estos desafíos y mitigar los impactos del cambio climático en el futuro.
